Blogia
tatoo

"LA CHICA DE LOS PRESOS"

"LA CHICA DE LOS PRESOS" Desde tiempos remotos, el tatuaje ha estado íntimamente relacionado con el erotismo. Los antiguos tatuajes japoneses estaban poblados de geishas, y el célebre director de cine, Peter Greenaway supo plasmar como ninguno el sentido erótico de la escritura sobre la piel, en su película Escrito en el cuerpo.
Este factor, tampoco está ausente en el universo carcelario. Los tatuajes sexuales son utilizados comúnmente, como rasgo diferenciatorio. En los heterosexuales, las figuras son procaces y tienden a reafirmar la virilidad de quien lo porta. En el caso de los homosexuales, el dibujo más habitual es el de dos mariposas juntas.
Para muchos reclusos, la piel es el terreno más apropiado para volcar sus fantasías amorosas. Según el análisis de los médicos, este tipo de tatuajes se ubican siempre en las piernas o la pelvis y representan "la apetencia y necesidad del interno, de tener relaciones sexuales".
Los tatuajes eróticos, generalmente se grafican con la figura de una mujer desnuda; es "la chica de los presos", de formas exuberantes y curvas peligrosamente seductoras.
Los lugares del cuerpo que eligen los presos para plasmar cualquier tipo de tatuajes son muy variados. La gran mayoría se ubica en los brazos, las piernas o el pecho; aunque también se imprimen en el estómago, la espalda o el pene.
Gracias a las nuevas tecnologías, las técnicas del tatuado han dejado de lado lo artesanal, y las herramientas utilizadas ya forman parte de la industrialización. Sin embargo, en las cárceles, los tatuajes se hacen manualmente, sin colores ni elementos artísticos.
En general, los secretos de la técnica se transmiten de convicto a convicto, otorgándole a esta práctica, un halo de misterio, cual si fuera un rito iniciático, propio del submundo de las cárceles. Pero en otras ocasiones, el traspaso de la "ciencia' obedece a fines pragmáticos, por ejemplo, como contraprestación por otros favores.
La maquina que utilizan es totalmente casera. Consiste en un motorcito de radio, del que se desprende una birome, un tenedor o un cuchillito sujetado con hilos o alambres. El motor a pila hace que el elemento punzante se mueva como las agujas de la máquina de coser, entrando y saliendo de la piel. El pigmento que generalmente utilizan, es la tinta china o el fluido de las biromes Bic.
Lo cierto es que entre rejas, rencores y penitencias, el tatuajes carga al cuerpo de los presos de significado. Y como su condena, éste será un estigma que los acompañará por el resto de sus vidas.

Antigua imágen que representa a un polinesio con su torax totalmente dibujado con tatuajes.
Un mito con historia.
Existen muchas hipótesis acerca del origen de la palabra Tattoo. Una de ellas indica que el término deriva del vocablo "tatau", originario de la Polinesia, que significa "cortar o herir". Por este motivo, la práctica del tatuaje implica la penetración de tinta o pigmentos bajo la piel.
En un principio, la utilización del tatuaje estuvo vinculado con el pensamiento mágico-religioso y la creencia de la vida ultraterrena. Los ejemplos más antiguos provienen de la cultura egipcia, de donde procede la momia tatuada de la sacerdotisa Amunet. También lo practicaron los fenicios, asirios y las mujeres de Bretaña.
Los griegos acostumbraban tatuarse serpientes, toros y motivos religiosos. Pero por sobre todo, y al igual que los romanos, utilizaron esta técnica para marcar a los prisioneros. Más tarde, los pueblos bárbaros impusieron la moda del tatuaje; entre ellos se destacaron los pictos, un pueblo guerrero del norte de Escocia, de raíces celtas; cuyo nombre en latín, "picti", significaba los pintados.
Con la llegada del Cristianismo, y la consolidación de la Iglesia Católica esta práctica fue desterrada por considerarla sinónimo de idolatría y superstición.
El surgimiento de los gremios de artesanos, durante la Baja Edad Media; y la expansión de los viajes de ultramar, durante el Renacimiento provocaron la difusión de esta costumbre, incluso en el Nuevo Continente.
También el legendario capitán James Cook adoptó la tradición del tatuaje, de las tribus polinesias y maoríes de Nueva Zelanda, convirtiendo esta práctica en una costumbre habitual entre los marineros.
Durante las Guerras Mundiales, el tatuaje representó una señal de pertenencia, que afianzaba la camaradería y el espíritu de de cuerpo, entre los soldados.
En la década del 60', los viajes sin destino, el consumo excesivo de cerveza, los tatuajes y la Harley Davison fueron el denominador común de las bandas motoqueras de Estados Unidos.
La rebeldía de estos grupos fue adoptada por los más jóvenes, junto al fenómeno que produjo el Rock and Roll.
Desde entonces, cada década tuvo su propia estética, desde el inconformismo político y militante de los 60', La disco de los eclécticos 70', hasta la frivolidad de los 80' y 90'. En cada época, el tatuaje ha estado presente sobre la piel de muchos hombres, acaso con el fin de dar testimonio de su experiencia y su intervención en el mundo.

El tatuaje y la Harley Davison, una combinación de la década de los ´60."

0 comentarios